Hace ya muchos años, nacieron casi al mismo tiempo tres niños en diferentes lugaresdel mundo.Uno de ellos nació en el País de las Nieves. Fue el primer hijo de una pareja demédicos. Era rubio, de piel muy blanca, ojos azules y cuerpo alto y delgado.Otro niño nació en el País del Sur. Fue el tercer hijo de una pareja de campesinos.Era un niño de piel oscura, hermosos ojos negros y cuerpo fuerte.El último niño nació en el País del Sol, fue el primer hijo de una pareja de trabajadoresde una gran fábrica. Era pálido, de ojos rasgados y cuerpo pequeño y delicado comoel cristal.El nacimiento de todos ellos fue motivo de inmensa alegría en sus familias, y pocoa poco fueron creciendo y aprendiendo, hasta que cumplieron veinte años y el destinoquiso unirlos.Un buen día, los tres jóvenes quisieron dejar sus casas y sus familias y viajar a unlugar diferente, donde continuar sus estudios y conocer a otras personas.De esta forma, los tres se encontraron en La Ciudad que Roza el Cielo y enseguidase hicieron amigos. Siempre que podían hablaban de su infancia. El joven del Paísdel Sur contaba que todos los días caminaba varios kilómetros para ir al colegio,pero nunca se cansó y ahora estaba allí. El joven del País de las Nieves, se asombrabaal oír la historia, ya que él tenía el colegio a pocos metros de su casa. El joven delPaís del Sol, contaba que sus padres trabajaban muchas horas y apenas les veía,pero ahora que estaba tan lejos, les echaba mucho de menos. Los tres jóvenes tenían un compañero al que todos llamaban Bad. Este chico era cruely odiaba a los chicos que venían de otros lugares. Siempre intentaba que los tres amigos discutiesen y se reía de ellos cuando algo les salía mal.Un día todos los compañeros fueron de excursión al Lago Grande. Bad no dejaba degastar bromas pesadas a los tres amigos, se reía de ellos y les insultaba.Los tres amigos estaban un poco hartos, pero hacían como si no le oyesen.Cuando llegó el momento de volver, Bad no se encontraba con el resto de suscompañeros. Le buscaron y vieron que se había caído al lago y se estaba ahogando.El joven del País del Sur y el joven del País del Sol, no dudaron un momento y setiraron al agua. Con mucho esfuerzo, lograron sacar a Bad casi ahogado. Bad se despertó en casa de su abuela que le cuidaba a pesar de ser ciega. Bad vio unjarrón lleno de rosas blancas, rojas y amarillas colocado encima de una mesa.Le preguntó a su abuela que por qué tenía rosas de varios colores si no podía verlas.La abuela le respondió que lo que realmente le gustaba de las rosas, era su perfume,porque al igual que en las personas, lo importante es el interior. Pasaron muchos años. Los tres amigos volvieron a sus casas y fueron personas importantes.Bad era ya un hombre viejo. Miraba por la ventana los rosales que florecían en eljardín.Y muchas tardes se acercaba despacio a las rosas de color blanco, rojo y amarillo,cerraba los ojos, y aspiraba su perfume.
LA LEYENDA DEL ARCO IRIS
Cuentan que hace mucho tiempo los colores empezaron a pelearse. Cada uno proclamaba que él era el más importante, el más útil, el favorito. El verde dijo: “Sin duda, yo soy el más importante. Soy el signo de la vida y la esperanza. Me han escogido para la hierba, los árboles, las hojas. Sin mí todos los animales morirían. Mirad alrededor y veréis que estoy en la mayoría de las cosas”.El azul interrumpió: “Tú sólo piensas en la tierra, pero considera el cielo y el mar. El agua es la base de la Vida y son las nubes las que la absorben del mar azul. El cielo da espacio, y paz y serenidad. Sin mi paz no seríais más que aficionados.El amarillo soltó una risita: “¡Vosotros sois tan serios! Yo traigo al mundo risas, alegría y calor. El sol es amarillo, la luna es amarilla, las estrellas son amarillas. Cada vez que miráis a un girasol, el mundo entero comienza a sonreír. Sin mí no habría alegría”.A continuación tornó la palabra el naranja: “Yo soy el color de la salud y de la fuerza. Puedo ser poco frecuente pero soy precioso para las necesidades internas de la vida humana. Yo transporto las vitaminas más importantes. Pensad en las zanahorias, las calabazas, las naranjas, los mangos y papayas. No estoy, todo el tiempo dando vueltas, pero cuando coloreo el cielo en el amanecer o en el crepúsculo mi belleza es tan impresionante que nadie piensa en vosotros”.El rojo no podía contenerse por más tiempo y saltó: “yo soy el color del valor y del peligro. Estoy dispuesto a luchar por una causa. Traigo fuego a la sangre. Sin mí la tierra estaría vacía como la luna. Soy el color de la pasión y del amor; de la rosa roja, la flor de pascua y la amapola”.El púrpura enrojeció con toda su fuerza. Era muy alto y habló con gran pompa: “Soy el color de la realiza y del poder. Reyes, jefes de Estado, obispos, me han escogido siempre, porque el signo de la autoridad y de la sabiduría. La gente no me cuestiona; me escucha y me obedece”.El añil habló mucho más tranquilamente que los otros, pero con igual determinación: “Pensad en mí. Soy el color del silencio. Raramente repararéis en mí, pero sin mí todos seríais superficiales. Represento el pensamiento y la reflexión, el crepúsculo y las aguas profundas. Me necesitáis para el equilibrio y el contraste, la oración y la paz interior.Así fue cómo los colores estuvieron presumiendo, cada uno convencido de que él era el mejor. Su querella se hizo más y más ruidosa. De repente, apareció un resplandor de luz blanca y brillante. Había relámpagos que retumbaban con estrépito. La lluvia empezó a caer a cántaros, implacablemente. Los colores comenzaron a acurrucarse con miedo, acercándose unos a otros buscando protección.La lluvia habló: “Estáis locos, colores, luchando contra vosotros mismos, intentando cada uno dominar al resto. ¿No sabéis que Dios os ha hecho a todos? Cada uno para un objetivo especial, único, diferente. Él os amó a todos. Juntad vuestras manos y venid conmigo”.Dios quiere extenderos a través del mundo en un gran arco de color, como recuerdo de que os ama a todos, de que podéis vivir juntos en paz, como promesa de que está con vosotros, como señal de esperanza para el mañana”. Y así fue como Dios usó la lluvia para lavar el mundo. Y puso el arco iris en el cielo para que, cuando lo veáis, os acordéis de que tenéis que teneros en cuenta unos a otros.
LA BELLESA DE LA VIDA
- Atardecer en una playa de Holanda-
EL MAÑANA EFÍMERO.ANTONIO MACHADO:
Al andar se hace camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.Caminante no hay camino sino estelas en la mar.(XXIX)Todo pasa y todo queda,pero lo nuestro es pasar,pasar haciendo caminos,caminos sobre la mar.(XLIV)
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